domingo, 17 de octubre de 2010

El PAN, al servicio de la cruzada contra la sexualidad emprendida por la Iglesia católica, dice estudioso

  • Existe un “maridaje” entre y gobierno”, señala Edgar González Ruiz
  • Grupos conservadores y jerarcas católicos “satanizan” el placer y la libertad personal, añade
  • Christian Rea Tizcareño
    Edgar González Ruiz, estudioso de la derecha en México
    México DF, octubre 15 de 2010.
    Courage Latino se fundó en la misma época que surgió Vida Humana Internacional, la “transnacional” del Comité Nacional Provida, y se desarrolló durante el papado de Juan Pablo II, quien fue un líder mediático, carismático, “activista de grupos provida” y artífice de la caída de los regímenes socialistas, explicó Édgar González Ruiz, investigador de la ultraderecha en México, en una entrevista reciente con NotieSe.
    Agregó que el pontificado de Karol Wojtyla y las “versiones más radicales de la abstinencia” representan la condena no sólo las relaciones homosexuales, sino del coito heterosexual “más allá de lo necesario para procrear.
    Les “horroriza” el contacto sexual. Argumentan que quienes sienten atracción al mismo sexo carecen de “crecimiento espiritual” y son inmaduros. “Satanizan” el ejercicio del placer y la libertad personal. Sin embargo, “si es tan malo tener relaciones sexuales, ¿por qué sí se les tolera a algunos jerarcas, al estilo Marcial Maciel?”, cuestionó.
    En décadas pasadas, los grupos opositores a la homosexualidad, ligados a la jerarquía vaticana “más reaccionaria” en México, empleaban un discurso “de linchamiento”. Hoy, ante la derrota social del conservadurismo como proyecto ideológico, esa homofobia se muestra a través de los “membretes eufemísticos” de Courage Latino y Renacer, que se asumen públicamente “como más tolerantes, amorosos y comprensivos”, aunque en el fondo el planteamiento es el mismo: no aceptan los derechos humanos de lesbianas y gays, opinó el autor del libro La sexualidad prohibida: intolerancia, sexismo y represión.
    Según el especialista, los promotores de la “mentalidad puritana” no cuentan con la convocatoria que ha tenido en los últimos años la Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transgénero, Transexual e Intersexual (LGBTI). “El reconocimiento de la diversidad está en la calle”. A pesar de que ya no tienen fuerza social, los grupos religiosos homofóbicos tienen vigencia gracias al “maridaje entre el clero y el gobierno”.
    Lo “más preocupante” es que gobiernos como el de Jalisco y el federal han demostrado estar “al servicio de la cruzada contra la sexualidad emprendida por grupos conservadores y sectores más reaccionarios de la jerarquía católica. Lo que antes hacía Provida, ahora lo hace la Procuraduría General de la República”, que impugnó en 2007 la interrupción legal del embarazo antes de las primeras doce semanas de gestación y, en 2010, las reformas que permiten el casamiento civil entre personas del mismo sexo en la ciudad de México, criticó González Ruiz.
    La “nostalgia de la época colonial” de la jerarquía católica y el “oportunismo” de los miembros de la clase política mexicana, incluso quienes se definen como liberales o de izquierda, han colocado a la gente en “un callejón sin salida”, alertó el experto.