Insuficiente combatir con impuestos obesidad y diabetes: especialista
Leonardo Bastida Aguilar
México DF, noviembre 21 de 2013.
Para reducir estadísticas como que siete de cada 10 mexicanos adultos presentan problemas de sobrepeso, es necesario hacer conciencia de que la obesidad es un problema multifactorial y no sólo depende del consumo de refrescos y bebidas azucaradas, explicó en entrevista, Ana Bertha Pérez Lizaur, directora del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana.
La también nutrióloga comentó que medidas como el gravamen impuesto a las bebidas azucaradas representan una solución parcial debido a que hay otros factores como los genéticos, las condiciones ambientales, el sedentarismo y la dieta diaria, la cual consideró está cada vez más saturada de alimentos industrializados que han provocado un aumento en las tasas de prevalencia de diabetes, enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
Pérez Lizaur indicó que otra medida similar fue la del retiro de la sal en las mesas de los restaurantes de la Ciudad de México a fin de que se hiciera conciencia en los comensales de que la sal en exceso no es buena para la salud.
Sin embargo, lo que causó mayor éxito, argumentó, fue el convenio firmado por la industria panificadora para disminuir de manera paulatina la cantidad de sal de los productos, lo cual es importante por que el pan es uno de los alimentos que más sal contiene, acotó.
De acuerdo con la investigadora en Ciencias de la Salud, se debe repetir la medida en los productos con alto contenido de azúcares y grasas a fin de lograr un impacto significativo en las estadísticas y en la salud de la población en general.
Además, agregó, hay que combinarlo con una materia de salud en los niveles básicos de educación, en la cual se hable de nutrición, orientación alimentaria; se promueva el consumo de agua simple, frutas y verduras, y se incluya a la salud reproductiva, sexual, auditiva y visual, entre otras.
Comentó que se requiere replantear la materia de educación física, pues diversos estudios han arrojado que en una hora de clase, el menor hace actividad física tan sólo 12 minutos debido a que el resto del tiempo se va en tomar lista, ir por balones y vigilar la disciplina del grupo. Esto, agregó, no es de gran utilidad si se toma en cuenta que un menor requiere de al menos 60 minutos de actividad física moderada al día para tener un estado de salud óptimo.
De esta manera, la académica indicó que a nivel sector salud se deben crear unidades de atención que incluyan médicos, nutriólogos, psicólogos y activadores físicos, además de que todo el personal que interviene en la atención, tenga la capacitación necesaria para detectar problemas de obesidad y ayude a los asistentes a cambiar sus patrones de conducta. Además de garantizar la existencia de los insumos necesarios para prestar la atención correspondiente.
La también docente comentó que será necesario hacer un rediseño de las políticas públicas en la materia, con base en evidencia científica, con un hilo conductor y la seguridad de que van a cumplir las metas propuestas, debido a que las estrategias actuales no son claras en las formas en cómo van a lograr y sólo pensaron en “pegarle” a cierta industria, sin tomar en cuenta que hay otras fuentes de consumo de grandes cantidades de azúcar y grasas como los puestos callejeros, que no están regulados.
Por último, la investigadora consideró importante que a partir de los 20 años de edad, las personas se revisen cada seis meses sus niveles de glucosa, de triglicéridos, de colesterol y su presión arterial. “Se debe pensar en un conjunto de acciones y políticas que hagan más conscientes a los gobernantes, a la industria y a la población en general, de que cada uno de nosotros es responsable de su salud”.
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