domingo, 4 de julio de 2010

Moda 2010: morir como coladera por las balas

Moda 2010: morir como coladera por las balas

Nicté Bustamante (@Nykte)

04 de julio, 2010 - 07:08 Comenta
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Hoy me mandaron un link de un niño que a sus doce años, espera encontrar la cura del cáncer, habla del genoma y se identifica a sí mismo como alguien que espera aliviar a millones de enfermos.


Claro que este pequeño no se ha puesto a pensar en todos los peros que le siguen, como el de las empresas farmacéuticas, los factores políticos y las repercusiones sociales. Para cada problema existen factores de dependencia, social, política y económica. Por ejemplo, ante la crisis energética se han dado muchas alternativas, como las celdas solares que pese a ser un sistema de ahorro que podría traer enormes beneficios en la economía familiar, no se le da la suficiente distribución, porque la dependencia social energética es conveniente y funcional. Lo mismo pasa con el petróleo, muchos países dependen de él.


El mundo avanza a un paso agigantado a la destrucción social, pero la comodidad que sentimos no nos permite verlo. Llegamos al punto de "viaje sin retorno" un problema lleva a otro y este a otro y así. Intereses sociales, políticos, culturales, económicos; cada uno de estos nos frena para una solución porque trae como consecuencia un problema mayor.


Esta cadena de problemas que se resumen a sí mismos como una red que cubre, no solo al país México sino abarca a todos los países, repercute en el individuo. Las catástrofes ambientales intervienen ya como parte del escenario del caos en el que nos encontramos. La gente llora, pide ayuda, la gente, la gente y más gente.


Ante esta situación, tenemos algunas alternativas: sentarnos a observar con palomitas y todo, como si viésemos una película en el televisor; ponernos a llorar y sufrir por todo lo que sucede, generándonos una angustia que nos puede traer problemas personales que agraven más lo dramático del caso; evadir la realidad centrándonos en las novelas o en el futbol o los temas que no son interesantes pero nos hacen reír un rato; ponernos a analizar cada uno de los problemas enredándonos en toda esa red; creer que nosotros lo podríamos hacer mejor; concentrarnos a vivir nuestra vida sin darle importancia a lo que pase externamente y preocupándonos por lo que pase internamente. En fin, cientos de soluciones posibles que podemos darle a éste tema.


En lo personal, suelo hacer todo lo anterior en distintos momentos, dándole importancia a resolver mis problemas de forma paciente y eficiente.


El tema del narcotráfico no es el único, el otro día mientras recorría la ciudad de México, primero en metro, después en auto; observaba tranquilamente como se desarrollaba una vida "normal" y como mi visión del mundo se ha transformado demasiado en los últimos años.


Ahora miro a la gente en el metro con más preocupaciones, sin embargo observo como pese a eso insisten en vivir, salen todas mañanas a sus trabajos, realizan su vida normal, ríen, lloran. Pese a que se ha convertido en moda morir como coladera en medio de una balacera, aún existe gente que muere "a la antigüita" en sus camas, por alguna enfermedad grave, porque salió proyectado de su auto en algún accidente, porque simplemente le dio la gana morir o como decimos "ya le tocaba".


Es un hecho que el miedo se siente, pero también es un hecho que el miedo no nos debe paralizar, tenemos mucho tiempo viviendo en medio de la violencia en éste país, ahora vemos mucha mayor violencia que antes, pero seguimos vivos, es importante que no olvidemos eso.


Es importante también que sepamos que merece la pena trabajar (y ojo que no dije luchar) por un país mejor. Quejarnos eternamente no nos traerá nada de regreso. Muchas veces las respuestas son más sencillas de lo parecen, hacer lo que amamos por ejemplo. Cuando una persona aprende a amar, por antonomasia deja de odiar, deja de chantajear, deja de lastimar.


Hace unos días escribí sobre lo importante del abrazo, es importante que reitere que necesitamos sentirnos apapachados, tranquilos. Antes de quedarnos paralizados abracémonos a nosotros mismos. Y una vez que tengamos la fuerza enfrentemos nuestros miedos como sociedad.


No hablo de exponernos ante los narcos, pretender ser héroe no es la respuesta, es un momento de crear conciencia o más bien de asumir nuestra responsabilidad ante lo que sucede a nuestro alrededor. Por eso creo y tal vez algunos secunden mi creencia, el voto nos fortalece, insisto y disculpen mi insistencia, voten por alguien que consideren, pongo el ejemplo de hace un par de días, si un candidato espera 1000 votos y recibe 100,000 sabrá que su estado o municipio, estará al pendiente de todo lo que haga y evidentemente le exigirá cuentas, pues a 1000 los puede comprar, no así a 100,000.


Las sociedades europeas tienen otro tipos de gobierno, porque tienen otro tipo de conciencia, hace no más de 70 años supieron lo que era recoger cadáveres de las calles, vieron sus edificios demolidos por las balas, muchas veces se vieron obligados a bajar a sus sótanos, esperando tener un refugio contra las bombas. Saben lo que es abrir una lata con verdadera hambre, saben lo que es creer en un líder que les llevó a matar a miles de otros humanos solo por ser distintos. Crear una raza superior fue el fundamento más fuerte, para la masacre más grande en la historia de la humanidad. Los mexicanos vivimos nuestras guerras, pero por mucho, nada es semejante a lo que vivieron los europeos en esa guerra. Es un hecho que la muerte y su aroma, te hace madurar como individuo y como sociedad. Nosotros no deseamos ser superiores a nadie, deseamos vivir tranquilos con nuestra familia. Pero tenemos que madurar, participar, opinar, votar, dejar de ofender, aprender a platicar, aprender a respetarnos, pero lo más importante, aprender a ser lo que somos y aceptarnos de éste modo.