viernes, 1 de octubre de 2010

Alerta reporte sobre aumento de las cesáreas en México

  • Ocasiona problemas para madres y recién nacidos, señala documento
  • Si no existe razón médica que la justifique, dicha práctica viola los derechos de las mujeres, añade
  • Redacción NotieSe
    México DF, septiembre 30 de 2010.
    Durante la década de los noventa México experimentó un considerable aumento en la proporción de nacimientos por cesárea. En 1991 de cada 100 nacimientos, alrededor de 20 eran por este método. Para 2008 la cifra llegó a 40 por ciento, reportó el Observatorio de Política Social y Derechos Humanos.
    Además, por institución los porcentajes de cesáreas alcanzan 50.7 por ciento en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 30 por ciento en los hospitales de la Secretaría de Salud y 68 por ciento en el sector privado. El fenómeno no es exclusivo de México. En los últimos 20 años el porcentaje de cesáreas respecto al total de partos, ha aumentado considerablemente en todo el mundo, señaló el Observatorio.
    El documento “Política de salud y los nacimientos por cesárea en México”, elaborado por el Observatorio, menciona que la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que el porcentaje de cesáreas en cualquier país sea de entre 10 y 15 por ciento. Este umbral, sustentado en estudios clínico-epidemiológicos, es una aproximación al porcentaje de cesáreas “necesarias”.
    Asimismo, la Norma Oficial Mexicana 007-SSA2-1993 establece en la introducción que las cesáreas, entre otros métodos, “implican riesgos adicionales y su uso debe efectuarse en casos cuidadosamente seleccionados”. En correspondencia con lo que recomienda la OMS, la NOM-007-SSA2-1993 establece un máximo de 15 por ciento de cesáreas en hospitales de segundo nivel y de 20 por ciento en los de tercer nivel.
    “Hay varios argumentos bajo los que se puede poner en duda la justificación del incremento de la cesárea como medio de nacimiento. Diversos estudios, muestran que esta práctica ocasiona problemas para la madre y para los recién nacidos. Por ejemplo, aumento de infecciones vaginales, aparición de complicaciones en la placenta como placenta previa, placenta accreta, desprendimiento prematuro de la placenta, entre otros”, señala el reporte.
    El Observatorio de Política Social y Derechos Humanos mencionó que además de los efectos fisiológicos asociados con la cesárea, otros estudios han encontrado que las mujeres con experiencia de este procedimiento “muestran menores grados de satisfacción con el parto, mayores dificultades en la alimentación al seno materno a los recién nacidos, y repercusiones negativas en el entorno social y familiar”.
    Otro de los argumentos en contra del uso desmedido de la cesárea son los efectos psicoemocionales nocivos en los niños. Algunos de estos son: déficit de vínculo afectivo, shock por inducción o aceleración del parto y el complejo de invasión o control. Como consecuencia, se dificulta el desarrollo de vínculos afectivos, y resulta un lastre durante su infancia y vida adulta, asevera el documento.
    Muchos de esos efectos negativos se activan en distintas etapas y situaciones específicas de la vida, las cuales van desde el miedo al abrazo o contacto físico, sentirse constantemente invadido o subidas repentinas de las hormonas del estrés, sobre todo de la adrenocorticotrópica y adrenalina.
    El reporte agrega que dentro de las razones del aumento de los nacimientos por cesárea hay algunas que son médicas: la percepción que tienen los prestadores del servicio de que se trata de un procedimiento más seguro que el parto vaginal; la disminución de las habilidades obstétricas del personal encargado de la atención de los partos; la creciente edad de las madres; la mayor capacidad tecnológica para detectar sufrimiento fetal; la preferencia por este procedimiento que manifiestan ciertos sectores de la sociedad y diversos incentivos económicos relacionados con los seguros privados.
    “En particular, en México, es claro que el parto por vía de la cesárea es más costoso que el natural. Por ejemplo, en el sector privado la diferencia es de entre 4 mil y 6 mil pesos. Resalta entonces que las razones no son exclusivamente médicas sino económicas y de falta de información. Las evidencias existentes respecto a los efectos nocivos que puede traer la práctica de cesáreas innecesarias y la violación de lo que establece tanto la OMS como la NOM llevan a preguntarse ¿Qué está haciendo el Estado Mexicano al respecto?”
    Sobre el incremento de cesáreas innecesarias, el reporte subraya que el Estado mexicano debe informar a los prestadores de servicios y a las familias sobre las ventajas y desventajas que tiene el nacimiento por la vía natural o por cesárea. Asimismo, debe legislar para proteger a las madres de presiones para optar por la cesárea cuando ésta no es necesaria o en su caso, la obligatoriedad de una segunda opinión. Otras medidas deben relacionarse con la capacitación a los médicos, la mejora del diagnóstico del desarrollo fetal, y la obligatoriedad de auditorías para identificar cesáreas evitables.
    Lo más importante sería implementar una campaña para concientizar a las madres sobre su derecho a decidir el tipo de parto que quieren les sea practicado, de manera que en su caso, puedan exigir evidencia científica de la necesidad de que se les practique una cesárea.
    “En el Programa Nacional de Salud 2006-2012 en materia de salud materna y perinatal, las metas se refieren exclusivamente a la reducción de la mortalidad materna e infantil; aspectos, sin duda centrales para nuestro país. Sin embargo, no se encuentra objetivo, estrategia o meta alguna que refleje la existencia de una preocupación del Gobierno Federal en torno a la promoción del parto natural. Tampoco es posible hallar evidencia de cuál es la posición que tiene el gobierno respecto a la práctica de cesáreas innecesarias”.
    El reporte del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, apunta que la Secretaría de Salud, en su portal de internet, muestra una estrategia para la atención del embarazo y del parto. “Desafortunadamente, ésta se reduce a la atención de emergencias obstétricas”.
    Añade que al contrario de lo que ocurre en varios países desarrollados, en México no existe una política explícita en materia de promoción y protección del parto natural.
    Apunta que España cuenta con una estrategia clara de promoción del parto natural y del uso de la cesárea sólo en situaciones que lo ameriten. En algunos países europeos existen institutos con agendas muy fuertes de investigación sobre el tema.
    “En México, existe suficiente documentación sobre el problema y las tendencias señalan un progresivo incremento de las cesáreas. Diversos grupos de investigación en universidades e institutos nacionales, han realizado trabajos en los que se exponen argumentos en contra del abuso de la práctica de cesáreas en México. Desafortunadamente, estos trabajos no están siendo retomados por alguno de los tres poderes del Estado”.
    La atención del parto vía cesárea, cuando no existen situaciones médicas que la justifiquen y la omisión de intervenciones del Estado, además de ser una violación de los estándares fijados desde el ámbito internacional y de la normatividad nacional, se convierte en una vulneración de los derechos de las mujeres, finaliza el reporte.